Todos sabemos lo importante que es dormir bien. ¿A quién no le ha pasado que tras una mala noche, se despierta con una actitud menos positiva? Un buen descanso nos ayuda a mantener la mente saludable, y compensa el desgaste físico que acumulamos durante el día.
Además, dormir bien nos ayuda a consolidar nuevos conocimientos, algo muy importante sobre todo en niños y adolescentes.
Los momentos en los que nos invade el sueño dependen de dos factores: un reloj biológico interno que es quién nos dice cuándo hemos de dormir y unos sincronizadores, que son aquellos estímulos o hábitos que cada día ponen en hora nuestro reloj.
Si este reloj se ve alterado, sobre todo en los más pequeños durante las vacaciones de verano, hace que nuestros biorritmos estén recibiendo muchas señales contradictorias, y les cueste adaptarse a las nuevas circunstancias (os contamos más sobre los biorritmos en este enlace).
Es inevitable una mayor flexibilidad de hábitos en vacaciones, pero se recomienda no romper en exceso esas rutinas con un máximo de 2 horas de diferencia. Por ejemplo, si un niño se acuesta normalmente a las 8 de la noche, en verano no debería dormirse más tarde de las 10.
Consejos que nos ayudarán a mantener los ciclos del sueño.
Según la Sociedad Española de Sueño (SES), para conservar los ciclos de sueño, es importante que los pequeños sigan unas rutinas idénticas. El día a día en vacaciones cambia y queremos que los niños disfruten, pero en la medida de lo posible podemos tratar de establecer momentos de actividad física, momentos de ocio y por supuesto, un horario de comidas y de sueño, similar a los horarios que tenían cuando iban al cole.
Además, es importante que ayudemos a los biorritmos a situarse, “forzando” el contraste entre las actividades diurnas y el reposo nocturno. Por ejemplo, podemos tratar de realizar actividades que requieran una exposición a la luz solar unas horas al día; paseos al aire libre, juegos... Del mismo modo, podemos reservar las tareas más pasivas y relajantes para ultima hora de la tarde, como el momento del baño.
Por último, debemos tratar de sincronizar sus horarios con el día natural por ejemplo procurando que en el momento de dormir reine la oscuridad y el silencio. Por las mañanas, podemos levantar suavemente las persianas de los más pequeños, permitiendo que se vayan despertando poco a poco con luz natural.
No olvides poner a tu peque su pijama MUYDEMI favorito. Las prendas cómodas y confortables, nos ayudan también a conciliar un sueño más placentero. Feliz verano... ¡y a soñar!